Introducción

  

Las vacunas reducen la incidencia y las posibles complicaciones de las enfermedades contra las que inmuniza. El ahorro que supone eliminar una infección grave de la faz de la tierra es incalculable. Para alcanzar la erradicación de una enfermedad, han de eliminarse previamente las bolsas de riesgo vacunal. Las bolsas de riesgo vacunal pueden jugar malas pasadas a quienes piensen que para controlar una enfermedad vacunable, basta con elevar cobertura.

 

En materia de coberturas vacunales nunca se debe bajar la guardia. Las vacunas son la prueba mas concluyente de que como dice el refrán: mas vale prevenir que curar.Los grupos antivacunas, que se caracterizan por ser grupos muy activos, que se publicitan en Internet, que aportan información no contrastada científicamente, han impactado ya las coberturas vacunales de algunos países.

 

En España, debemos estar preparados para afrontar estas decisiones en las consultas de Atención Primaria y aportar argumentos razonables para aquellas personas que tengan dudas, más teniendo en cuenta que los pacientes de hoy quieren tomar parte en las decisiones sobre su salud.

 

La necesidad de permanente actualización en vacunología, se hace más evidente si cabe, ante la constante difusión de presuntas contraindicaciones y de nuevos efectos adversos, muchos de ellos referentes a vacunas ampliamente experimentadas. La mayor parte de estos hallazgos carece de fundamento científico alguno. El control de patologías como el tétanos o la hepatitis B o la próxima erradicación de la faz de la tierra de enfermedades como la polio o el sarampión, merece la pena este continuo esfuerzo.